12/02/2009

POESÍA DE MIÉRCOLES

Hay que estar loco para organizar cojudeces”. Así me contestó un dilecto amigo a quien lo invité a participar en el recital poético.
Triste es el panorama de la poesía en estos tiempos del Messenger. ¿Cuándo se jodió la poesía? Algunos sostienen que siempre estuvo reservada para un puñado de almas sensibles y superiores. Yo creo que antes se leía más poesía. Basta con mirar a nuestro alrededor y constatar que estamos más pendientes del último celular lanzado al mercado que en leer un buen libro de poesía. En las librerías la poesía se estaciona en un rincón donde, con todo el recato del mundo, espera a ese amante que la llevará a hacerla suya. Lo malo es que el amante llega cada veinte lunas.
Siempre he lanzado la bendita pregunta a algunos amigos con quienes compartimos el aprecio por la poesía y las respuestas son variopintas: Ricardo Ayllón, por ejemplo, antes que dar respuestas lanza más preguntas, como ¿En el ánimo de mostrarse modernos e innovadores, los poetas escriben cada vez más enrevesado y han espantado al lector común? ¿Es el lector quien se interesa cada vez menos en renovar sus inquietudes temáticas y estilísticas? Sostiene, el imberbe ornitorrinco, que la respuesta la debemos hallar, en conjunto, en una mesa concertadora, “desayunados todos al borde de una mañana eterna”. Para Alejandro Benavides, la culpa no es de los lectores sino de los poetas, que cada día escriben temas intrascendentes e incoherentes. (Alejo nos quiere decir que algunos poetas empiezan hablando de la muerte y terminan filosofando sobre el sabor del petróleo). Otros sostienen que es responsabilidad de las editoriales trasnacionales quienes no quieren editar poesía y saturan “el mercado” con libros desechables en pos del dinero.
Lo cierto es que nos preocupa esta situación. La poesía es esa búsqueda de la belleza a través de las palabras, algo imprescindible en el hombre para humanizarlo y alejarlo de la banalidad propia de estos tiempos donde se promueven criterios estéticos vacíos.
Trujillo no cuenta con una actividad sostenida que promueva y tienda puentes entre líridas y lectores, lo que ha traído como consecuencia que el arte de Píndaro esté cada vez más desterrado de nuestro diario acontecer. Es por eso que INFOLECTURA (infolecperu.blogspot.com) lanza POESÍA DE MIÉRCOLES, conjunto de recitales poéticos, donde vates liberteños y de otras partes del Perú nos deleitarán con lo más selecto de sus versos. ¿Quiénes estarán? Alberto Alarcón que llegará con su vestidura de fuego; el arriero Bethoven Medina; Ángel Gavidia y su valija; Luis Eduardo García que llegará dialogando el extravío; Gustavo Benites que carajeará a la lluvia; el diablo David Novoa; el desvestido César Olivares; el marinero Alejandro Benavides; Lukas Vigo que recitará ante su espejo; el historiador del caos Manuel Medina; y otros grandes poetas.
Este evento se llevará a cabo todos los miércoles (desde hoy), a partir de las 7:30 p.m. en el Café-Bar CHASKA. La poesía está de fiesta.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 02/12/09)

4 comentarios:

Unknown dijo...

Jorge, este no es un comentario. Necesito saber si eres familiar de Tume (no recuerdo su nombre) que fuera dirigente de la Confederación Campesina del Perú (CCP) allá por los años 87-90. Si es así, podrías darme la forma de comunicarme con él?. Soy Augusto Malpartida, en esos años editor de Voz Campesina, mensuario de la CCP, mi teléfono es 995535710 (Lima) y mi correo es atyp_2000@yahoo.com.
Un abrazo

Samuel Ancajima Mena dijo...

Hola estimado Jorge, contagiado de esa vena artística y gratamente sorprendiso, recibo tus noticias, los avances educativos y literarios que has propiciado son dignos de saludo y felicitación.

Mil abrazos.

Estamos en contacto.
Cuenta conmigo para la realización de algún evento literario, educativo.
Saludos a la nueva oleada de la poesía de miércoles.

Anónimo dijo...

Gracias Samuel. Esperamos tenerte por acá nuevamente. Un abrazo. Jorge Tume

Harold Alva dijo...

Hola Jorge,
tefelicito hermano por la cruzada que has emprendido con el Pibe Olivares, ahora Trujillo no tiene pretextos para regresar a ser la ciudad de la poesía.
Un fuerte abrazo