11/03/2010

AGARRA ESA FLOR... O PAPA CALIENTE

“Cualquiera que gane, todos vamos a perder”, suelta a cada momento Beto Barriga, poeta adolescente que miércoles a miércoles se desahoga en el Chaska. Y se lo repite como para estar seguro de sus palabras. A tal punto nos han llevado nuestras autoridades que, para muchos, las elecciones son una lisura. Sin embargo, cada elección abre un resquicio de esperanza entre mucha gente, aunque luego nos cojudeen olímpicamente.
Para no desentonar, vamos a encargar a nuestros futuros gobernantes liberteños poner el ojo y el corazón en cinco temas urgentes para la ciudad de la eterna balacera. Si los resuelvan se ganarán el título de hijos ilustres de la ciudad, de lo contrario seguirán siendo considerados hijos de la gran… ciudad caótica. Al grano, paisano:
- Seguridad Ciudadana: parece que el Ministerio del Interior se ha tomado a pecho su nombre y no mira al exterior de su edificio. Pero eso no quita la responsabilidad del Presidente Regional y los alcaldes, quienes deben coordinar acciones para derrotar los niveles de violencia que ya superan a los de la época de la subversión. Yo, ciudadano común y silvestre, me pregunto, ¿no podrán, las autoridades, diseñar un plan conjunto con el Ministerio del Interior para que Policía y Serenazgo hagan un mapeo de las zonas rojas y se golpee contundentemente a los delincuentes? ¿O acaso no saben que el delincuente actúa donde lo dejan actuar? Señores, hay que hacer algo antes que Trujillo sea tierra de nadie. Empiecen clausurando los bares de mala muerte donde se diseñan los atracos (ustedes saben dónde quedan) y de una vez por todas desalojen los grandes centros de receptación de bienes robados. ¿Tan difícil es?
- Corrupción: parece que esta palabrota ya se está convirtiendo en una inocente e inofensiva palabrita. Entonces es urgente ir en serio contra esta lacra. Por ejemplo, uno de los casos de corrupción (que pasa piola) es la excesiva contratación de personal para una misma oficina estatal. Se da el caso que en una misma área hay veinte zánganos, cada quien encargado de oler los documentos que presentan los ciudadanos, ponerles un sello y pasarlos al compañero de al lado. Esto lleva a la corrupción más típica de los tiempos del chat y del Apra: pásate para la gaseosa y te acelero tu trámite. Con una simplificación administrativa se aliviaría tantos dolores de cabeza a los sufridos ciudadanos.
- Transporte: como gran urbe, Trujillo sufre los estragos de una mala planificación en el transporte. Rutas saturadas, embotellamientos ya no solo en horas punta, crecimiento indiscriminado de empresas de taxi, vehículos obsoletos, así lo demuestran. Lo máximo que ha hecho la Municipalidad es situar supervisores en las esquinas para identificar faltas a la normatividad del transporte. En algo están ayudando, pero más que eso se necesita un nuevo diseño de rutas y paraderos. Si se ordena el tránsito, la ciudad será más atractiva y hasta los mismos transportistas desarrollarían un mejor trabajo. Entonces esos malos policías que te paran y te dicen “ya no bailo con Grupo 5, sino con Armonía 10”, serían enviados a perseguir choros.
- Contaminación Ambiental: la explosión demográfica conlleva a una mayor contaminación. Es preocupante el nivel de contaminación que silenciosamente está mellando la salud de las personas. Gases tóxicos, toneladas de basura, olores nauseabundos, mercados rodeados de desechos, ruidos excesivos, resultan una bomba de tiempo. Aparte de hacer de este problema una potencialidad económica (reciclado), se requiere de un plan de concientización a la población con medidas efectivas como, por ejemplo, prohibir la circulación de vehículos altamente contaminantes o incentivar a las familias que mantienen mejor cuidada su urbanización y a las empresas que están disminuyendo su nivel de arrojo de desechos.
- Cultura: cultura no solo es el pituco concurso de marinera ni la frívola fiesta del perol o los caballos de paso al que solo tienen acceso los ex pantorrilludos de Trujillo. Está claro que las autoridades se desviven en apoyo a estas actividades porque son parte del círculo. ¿Que hay de la música, la pintura, el teatro, la literatura? Nancy que Bertha. Debemos hacer gestiones ante la Real Academia para considerar a la palabra autoridad como sinónimo de oscurantismo. Ya han demostrado hasta dónde pueden llegar, siendo capaces de lapidar uno de nuestros íconos culturales: la Feria del Libro de Trujillo. Amadísimas autoridades, vayan a Huamachuco y pregunten al alcalde cómo hace para organizar a los artistas de toda laya en una asociación y brindarles un presupuesto para su trabajo. Pregúntenle qué tipo de brujería practica para tener un fondo editorial que publica libros de escritores huamachuquinos. Por si no se han dado cuenta, promoviendo cultura derrotaremos los problemas de seguridad ciudadana, transporte, contaminación ambiental y corrupción.
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Revista CARADURA Nº 04. Trujillo, setiembre 2010.

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