11/03/2010

HISTORIA DE UN DESDICHADO

“Es raro que esta denuncia salga luego de mi elección como candidato”, dijo indignado. Acusó a su chato contendor, pero en sus ojos se podía leer “esto puede venir de mis propios compañeros, ¡qué desdicha!”. No podía creer que su imagen de niño bueno (de grandulón con voz de pollito) se haga trizas, luego de que un canal de televisión emitiera un reportaje donde les niega a los pobres el celebérrimo derecho a defecar. Se le acusa de haber construido casas sin baño. Seguramente pensó: “¿si los pobres no comen, qué van a evacuar?”.
“He construido bien los 1, 611 módulos del programa Sitio Propio”, espetó con su voz de pito, y todos quedamos estupefactos de su gran suerte para hacerse de las obras estatales. Nos entró la sospecha de que esto es consecuencia de ser aprista, regidor y candidato a la alcaldía por la estrella; pero inmediatamente desechamos esto porque los apristas jamás han hecho uso de su carnet para succionar la teta estatal. (No se carcajeen, señores). Incluso hay que dudar de la denuncia de un ciudadano: “Para inscribir una entidad técnica teníamos que pasar por su mano, con lo cual demostraba que él era el filtro político del Fondo Mi Vivienda en Trujillo”. La desdicha es mayor pues sus propios compañeros afirman que es el que más se ha beneficiado a través de sus empresas con la construcción de casas para el Estado.
El golpe de las casas sin baño fue similar a la denuncia que hizo un regidor acusándolo de haberse beneficiado con un crédito de 1 millón 470 mil dólares, de la Caja Municipal de Trujillo, que no se rigió a las políticas crediticias. Nuevamente la desgracia tocó su puerta, cuando sus propios compañeros le acusaron de mantener un silencio cómplice o criticas leves a la gestión acuñista. “Todo por el roche del préstamo”, sostienen.
Otro de sus infortunios es haber anunciado su renuncia al APRA. La razón: iba a ser sometido a disciplina después de tildar de desleal a Luis Alva Castro por recibir una distinción de Acuña, quien constantemente acusa a los apristas de "delincuentes y corruptos". (¡A más calumnias, más aprismo!). Inmediatamente salieron sus compañeros a acusarlo de haberse aprovechado de su estrella para hacer buenos negocios con el Estado y usar una escopeta de dos cañones, pues votó a favor de la medalla para la vaquillona sagrada. Lo que más le duele es que digan que nunca fue compañero, y que pregunten cómo se hizo regidor de la estrella si no se encontraba inscrito en el PAP. Lo que sus compañeros no imaginaron es que luego del berrinche de la renuncia ahora sea el candidato del Apra. Que solo renunció a su activismo y no a su militancia, dicen que explicó, con voz aflautada.
Como verán, la desventura se la han provocado sus propios compañeros. ¿Perdonará esto? Creo que sí. Si hasta perdonó que un regidor acuñista le haya reprochado que solo asiste dos o tres horas a la semana a la municipalidad, a las sesiones de concejo, para cobrar su dieta. ¡Qué tal Sala… verry, víctima de su propia estrella!
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Revista CARADURA Nº 02. Trujillo, julio 2010.

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