6/17/2009

DE PIURA, SU ETERNO CALOR

Generalmente quienes vivimos lejos de nuestra tierra de origen, todo aquello que nos haga recordarla es motivo de gloriosa vibración. A propósito, vine a Trujillo desde la hermosa tierra de Bernal (Sechura-Piura), a hacerme profesional y, sin querer queriendo, ya llevo viviendo 15 años en esta ciudad tan acogedora, que me ha brindado la oportunidad de recorrer sus históricas calles y conocer amigos tan entrañables.
Entonces todo recuerdo (ya sea una persona, una imagen, una canción, una comida, un libro), me permite reafirmar el amor por la tierra que me vio nacer. Son esos momentos en los que uno quiere volver tras sus pasos lejanos para recordar la infancia, dar la mano a los amigos que se quedaron, aspirar los olores del campo, o mirar esos paisajes piuranos plenos de algarrobos y arena blanca. A todo piurano, orgulloso de su tierra, le sucede lo mismo.
Me permito hacer esta introducción para compartir la emoción que hace poco sentí al leer la encantadora novela “Fuga al final de la tarde”, del escritor piurano Teodoro Alzamora Lozano. La razón: esta novela, con una prosa tan vigorosa y de ricos matices, me transportó en un santiamén a mi tierra, pues, para mi grata sorpresa, está ambientada en Bernal, además de otros lugares como Sechura, Sullana, Tambogrande y la sierra piurana.
Sabido es que los piuranos somos gente alegre, sana, amistosa y bromista y eso se refleja en esta novela. Es que Teodoro Alzamora ha tenido la sabiduría de retratar el alma piurana. Por ello la novela tiene un vigorizado estilo de estampa folklórica, género tan desarrollado años atrás y que ya se estaba extinguiendo. Destacan las historias plenas de humor muy norteñas, como aquella cuando el cholo se roba a la china y luego tiene que hacer el arreglo con el suegro o los concursos de bebedores; correrías de bandoleros como el legendario Froilán Alama y el malvado Jorge Tizón; vivencia de alegres fiestas como el carnaval; profusión de nombres pintorescos; sucesos inverosímiles; y el infaltable amor, ese amor picaresco e inocente de nuestras gentes humildes.
Esta novela lleva el sello de Casa Nuestra Editores y la edición ha estado al cuidado del consagrado poeta Alberto Alarcón, quien con justicia dice de Alzamora: “Pocos escritores como él han descrito y pintado el paisaje piurano y sus personajes con tanto conocimiento de causa y tanta empatía…”.
Les invito a conocer mi tierra y sus gentes desde esta novela que la encontrará en la novísima librería INFOLEE (San Martín 455). Le aseguro, amigo lector, que pasará momentos hilarantes y de mucha emoción, pues esta novela está “como chicha pa’ seco” y no por transcurrir en los apacibles parajes piuranos deja de ser cosmopolita. Ave María Purísima… che… guá paisano... léelo compadre.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 17/06/09)

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