10/04/2009

EL GRAN OSWALDO

Este fin de semana estuve en mi tierra, participando de la I Feria del Libro “Bernal 2009”. Ha sido una experiencia estupenda, que me ha permitido departir momentos de charla amena y amistad plena, con escritores tan entrañables como Oswaldo Reynoso, Dante Castro, Cronwell Jara, Ricardo Vírhuez, Ricardo Ayllón, Alberto Alarcón, Bethoven Medina, César Olivares y otros.
Tuve la oportunidad de entrevistar a Oswaldo Reynoso y he comprobado que la calidad de su pluma va de la mano con su calidad humana. Es un viejo con el alma cada vez más fresca, al que le gusta hablar sin medias tintas y con una honda preocupación por la cultura de su pueblo.
Comparto un fragmento de lo que el autor de “Los inocentes” dijo, bajo el cálido sol piurano:

“Voy a hacer un pequeño resumen de cómo yo creo las obras literarias… Les voy a poner un ejemplo. Ustedes en la mañana se han levantado, han saludado, han tomado su desayuno, luego se han preparado y luego han venido aquí y están sentados escuchando lo que yo les digo. Ha habido una sucesión de actos. Todos esos actos forman parte de la realidad real. Eso que han hecho hoy día nunca más se podrá repetir. Esos actos murieron en cuanto se cumplieron. Nuestra vida está formada por esa sucesión de actos que se dan y que nunca más se volverán a repetir. A esto le damos el nombre de realidad real. ¿Qué es un cuento, qué es una novela? Yo puedo tomar esos hechos reales y expresarlos a través de la palabra, modificando el tiempo. Puedo comenzar un relato hablando de una persona que está sentada aquí y que luego recuerda como vino y después puedo finalizar el relato por el principio de esos actos diciendo en qué momento se levantó. Es decir, en el momento en que yo escribo un relato tomo esos elementos de la realidad real y elaboro otra realidad. Esa realidad es una realidad de ficción. Durante la mañana me he encontrado en la realidad real con tales y tales personas. Pero en el momento de escribir un cuento yo puedo poner otras personas. Entonces a base a los datos de la realidad real yo estoy construyendo una realidad de ficción. Esta realidad de ficción la expreso a través de la palabra. Por eso es que escribo un cuento o una novela. Entonces no hay que confundir la realidad real con la realidad de ficción. Todo lo que nosotros hacemos, un cuento, una novela, es una realidad de ficción.

¿Y para qué sirve si es algo que a mí se me ocurrió inventar? Sirve, en primer lugar, porque el escritor o el narrador trata de embellecer esos actos a través de la palabra. Y en segundo lugar, a través de esos hechos de ficción podemos comprender esa realidad real. Es como si el cuento fuera un faro que ilumina la realidad real o una lupa que nos hace ver el fondo de esa realidad, y el ver el fondo de esa realidad nos lleva a comprender mejor nuestra situación social, por qué vivimos acá en el Perú y qué es lo que tenemos que hacer”.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 30/09/09)

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