10/28/2009

NO MERECE SER PERUANA

Alan García dijo, el domingo, que la empresaria que inventó el robo del pulmón, de una exhibición del cuerpo humano, no merece la nacionalidad peruana y ojalá renunciara a ella. Dijo que el hurto inventado por la empresaria peruana es “gravísimo y malvado”, “esta mujer no parece peruana… cómo es posible, el daño que nos ha hecho salió en todas partes”.
La verdad que hay situaciones que ya causan indignación, sino risa. Una risa diabólica, es cierto; porque reírse de situaciones que le hacen daño a las buenas costumbres es irracional.
Alan García es devoto de los discursos que la platea pueda aplaudir; de los golpes de palabras que al otro día reproduce, sin un ápice de cuestionamiento, aquella prensa arrendada al régimen.
Que la empresaria se equivocó haciendo un escándalo que mancilla el decoro de muchos peruanos, es cierto. Pero que Alan lo diga me parece patético. ¿Quién no sabe que este gobierno también utiliza los escándalos mediáticos para pescar a río revuelto o esconder sus eternas patrañas? Un amigo me dijo: “Alan García debe estar rezando que cada semana muera un estilista o una folklórica”.
Que la empresaria inventó un robo, no está comprobado. Que es lo más probable, sí. Que no merece la nacionalidad peruana. No la merece, Alan, bajo tu lógica bien pensada. Me adhiero a ti. Claro que no la merece, como no la mereces tú que has hecho de la mentira una forma de gobierno. Tú, que en campaña dijiste que ibas a revisar línea por línea el TLC y luego le rogaste, casi de rodillas, a Bush para que lo apruebe. Tú, que prometiste que la Contraloría la iba a elegir la oposición. Tú, que declaraste en forma altisonante que el gas de Camisea sería para los peruanos y hoy has firmado el DS 068-2009 que concretaría la exportación de las escasas reservas del gas de Camisea a México y Chile. Tú, que prometiste luchar contra la corrupción y tu gobierno es una cadena de escándalos, robos y “aceitadas”. ¿O no has tenido en tus filas a un jefe del “Clan del Besito” que recibió miles de dólares de Montesinos; un congresista que robaba luz; una congresista que contrató a un fantasma; una rata que negociaba, ¿a tus espaldas? pozos petroleros; un Premier cuyo hermano es tan suertudo que gana licitaciones del Estado; un militante que afronta unas 200 denuncias por usurpación de terrenos en Jicamarca y, encima, es recibido en el Congreso por tus compañeros? Por lo menos la mencionada señora, sólo ha simulado el robo del riñón. En tu gobierno hay robos que comprometen el hígado de gran parte de los peruanos.
Que el daño que nos ha hecho salió en todas partes. Claro. Como también salió el asesinato de nuestros hermanos nativos; el escándalo de los petroaudios; la persecución a los líderes de la oposición; las sinvergüencerías de tus congresistas; la patada que le diste a un humilde obrero; la infidelidad a tu mujer, etc., etc., etc.
Más bien, ya no levantes polvo, te vayan a quitar la nacionalidad. Te extrañaríamos, Alancito.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 28/10/09)

10/21/2009

HISTORIA DE DOS REOS

Uno de ellos irrumpió en el convulsionado escenario político vestido de verde oliva y, junto a un grupo de jóvenes, se propuso cambiar el triste destino de los humildes de su patria. Empuñó las armas y se fue al monte. El otro irrumpió montado en un tractor, prometiendo, también, sacar de la miseria a su pueblo, mientras lucía una sonrisa cínica. Lo iba hacer “por la legal”. El presidente que estaba por dejar Palacio de Gobierno le dio una manito para ganar las elecciones.
El guerrillero de verde oliva secuestraba camiones con gaseosa y pollos y los repartía en los lugares donde la miseria mostraba su furia. El de la sonrisa cínica también repartía alimentos (acompañados de su foto), en las zonas paupérrimas; pero no con afán altruista, sino para asegurar votos. De paso, derramaba químicos en los alimentos para esterilizar a las mujeres sin su consentimiento, pues “la pobreza era producto de los muchos hijos”.
El de verde oliva y su gente secuestraron a varios ricachones, exigiendo como canje dar parte de sus riquezas en alimentos para aquellos que sólo almorzaban cuando había eclipse de sol. El de la sonrisa cínica mandó a secuestrar a nueve estudiantes y un profesor, acusados de amar la poesía y la justicia. (Los asesinaron con un tiro en la cabeza, luego los quemaron y enterraron en un descampado). Mandó a matar a periodistas que criticaban su régimen, a obreros acusados de levantar su voz más allá de las montañas. Su última fechoría fue mandar asesinar a humildes heladeros (y a un niño de 9 años) acusados de ser pobres y rebeldes.
El de verde oliva cayó preso. Se le acusó de terrorista, de atentar contra la democracia, traición a la patria y otros términos draconianos, implementados por el régimen del de la sonrisa cínica. Se le presentó en traje a rayas y se le aplicó cadena perpetua. Tiempo después (¡oh, sorpresa!) también cayó el de la sonrisa cínica. Era la primera vez que un alto funcionario del Estado caía. Se le acusó de genocida, de ladrón, de corrupto. No se le puso esposas y se le aplicó 25 años de pena.
El de verde oliva está en una cárcel tumba. Sólo puede salir media hora al mes a tomar sol (si es que hay). Un familiar (o dos, máximo) lo puede visitar una vez al mes. Y por unos cuántos minutos. Tiene prohibido leer para mitigar su encierro. No le apagan la luz de su celda y tampoco tiene reloj, por lo que su tortura es doble: no sabe si es de día o de noche y en qué año estamos.
Al de la sonrisa cínica, su socio gobernante le mandó a construir un departamento en un cuartel, donde tiene policías prestos a comprarle chocolatitos. Sale de su celda a la hora que quiere y se pasea muy orondo. Su familia, sus ayayeros, sus compinches y otra gente de mal vivir lo abruman con visitas diarias y a cualquier hora. Se dedica a la pintura y a cultivar las rosas que a diario envía a sus geishas. Come delivery porque no es justo que un ladrón de alto vuelo coma de la paila.
El que mantiene este régimen carcelario fue amigo del guerrillero (lavaban platos en París) y enemigo del de la sonrisa cínica. Dice que hace esto porque estamos en un Estado de Derecho.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 21/10/09)

10/13/2009

LOS RESPETUOSOS DE LA LEY

Para que no nos quede duda de que estamos en un gobierno igual de nefasto al del reo Fujimori, asistimos a la vergüenza de ver cómo una señorona, que hizo magia al contratar a un duende, esté a punto de volver al parlamento. Los fantasmas están bailando en una pata.
Nuestro eficiente y soberano Poder Judicial, absolvió hace unos días al empleado "fantasma" Juan Carlos Cuadros Noriega, porque, "no está probado que le haya ocasionado perjuicio económico al Congreso ni que haya cobrado su sueldo sin trabajar". Hay tres razones por las que se pudo haber dado este aberrante fallo: O los jueces no viven en el Perú, o tienen problemas mentales, o el Apra quiere salvar a su Tula caza fantasmas. Esto último lo descarto porque el Apra ha demostrado, siempre, que jamás presiona a los jueces para salvar a sus roedores y alimañas. (¿Por qué se ríen, estimados lectores?).
Como lo ha denunciado un diario nacional, todo parece indicar que el regreso de la desaforada legisladora Tula Benites es inminente, por la acción de jueces y fiscales de vinculación aprista. Créanme amigos que esto ya lo esperaba, pues estamos en el Poder Judicial del Perú y encima en tiempos del APRA. Esto jamás pasaría en un Estado decente.
Ante esta situación, salió la cabeza más exagerada del Apra, Luis Gonzales Posada, a decir que ellos serán respetuosos de los fallos del Poder Judicial, porque estamos en un Estado de Derecho. (¿Por qué se ríe otra vez, señor lector? Más respeto). Oiga, don cabezoncillo, si estuviéramos en un Estado de Derecho, el gobierno del necrófilo García, antes de promulgar los Decretos Legislativos de la selva, lesivos a los intereses nacionales, los hubiera consultado a las comunidades selváticas, como lo manda explícitamente el Convenio 169 de la OIT, cuyas disposiciones tienen carácter vinculante para el Estado peruano, porque fue aprobado por el Congreso. Nos hubiéramos ahorrado el espanto de la muerte. Si estuviéramos en un mínimo Estado de Derecho, el gobierno no se hubiera negado a pagar las reparaciones económicas ordenadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor de los deudos del caso La Cantuta. Si estuviéramos en un Estado de Derecho hace rato hubieran cumplido con la Ley Universitaria N° 23733, aprobada hace más de 20 años, que estipula la homologación de los sueldos de los maestros universitarios con los de los magistrados del Poder Judicial. Si estuviéramos en un Estado de Derecho, Alberto Pizango no estuviera exiliado y perseguido por este gobierno. Si estuviéramos en un Estado de Derecho se cumpliría aquello de “no hay persecución por razón de ideas o creencias” y los dirigentes de izquierda no estarían perseguidos y juzgados como hoy.
Es más, en un Estado de Derecho este régimen no existiría. Muchos de sus actores principales estarían en Piedras Gordas. Igual su socio Fujimori.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 14/10/09)

10/08/2009

ENTREVISTA A RICARDO VÍRHUEZ

“EL PADRE HIPÓCRITA Y EL MAESTRO QUE NO LEE, CONTRIBUYEN A LA FALTA DE LECTURA”

Hace poco nos visitó el prolífico escritor, poeta, periodista y editor Ricardo Vírhuez Villafane (Lima, 1956). Su visita la hizo con motivo de la presentación de su novela "El Periodista” y la Revista Peruana de Literatura, de la que es director. En plena Plaza Mayor de Trujillo, disfrutando de una fresca noche, conversamos acerca de la lectura y el Plan Lector.

Ricardo Vírhuez, aparte de ser escritor, tú eres editor. En el proceso de la difusión de tus libros, ¿cuál es el principal problema que afrontas?
En primer lugar, la ausencia de distribuidoras que difundan el libro a nivel nacional; en segundo lugar, que las editoras no cumplen el papel netamente editorial, se contentan con publicar el libro y no les interesa difundirlo. Otros problemas son la ausencia casi total de librerías en el país y el escaso interés de los lectores para ir a la búsqueda o a la caza del libro. Generalmente ocurre lo contrario, hay que ofrecer el libro al lector para que éste se entere. Entonces se produce un círculo vicioso donde no hay encuentros lo suficientemente fértiles para que se produzca una lectura masiva en el país. Finalmente el escaso tiraje. Recordemos que solo mil ejemplares llegan al 0,0003% de la población. Por más que publiquemos mil ejemplares y los vendamos en un día no vamos a llegar a un público mayoritario.

Evidentemente existen varios factores para que el lector no vaya a la caza del libro, ¿cuál crees tú que es el principal factor?
Tiene que ver con los problemas de lectura. En mi opinión, hay tres elementos que contribuyen a la falta de lectura. El primer problema empieza en casa, yo lo llamo el padre hipócrita, es decir aquel padre que quiere que su hijo sea profesional pero no compra libros; asimismo no permite que el hijo o la hija lea cualquier tema de literatura y pone una censura, quiere poner un filtro sobre el tipo de lectura que su hijo debe leer; si hay una palabra obscena o si hay algo erótico, el padre se enoja; yo lo llamo padre hipócrita porque es un padre cuya vida está marcada por la realidad, sin embargo, niega que sus hijos puedan acceder a esa realidad tan contradictoria y tan bullente. El segundo problema es el maestro que no lee. Mayoritariamente tenemos a maestros incapaces de poder recomendar un determinado libro valioso a los niños y cae en las garras de editores que le ofrecen libros bonitos, a buen precio, a cambio de algún porcentaje, a cambio de una agenda o de cualquier beneficio personal, pero no un beneficio a la lectura. Y finalmente, un tercer elemento, es que las empresas editoras no cumplen con su papel que deben cumplir, es decir pagar derechos de autor para que los autores puedan seguir produciendo; difundir los libros que publican y ofrecer un producto de calidad de tal modo que no compitan con los libros piratas sino con las verdaderas buenas ediciones a las que deben acostumbrarnos. Están obligadas a hacer buenas ediciones que es lo que le da sentido al trabajo editorial.

Hace tres años atrás tú te mostrabas incrédulo con la novedosa implementación del Plan Lector. ¿En el corto tiempo de su vigencia, qué evaluación tienes?
El Plan Lector hay que ubicarlo dentro del contexto educativo peruano. En primer lugar el Estado invierte muy poco o casi nada en educación y en cultura. No le interesa invertir. En segundo lugar, el Plan Lector ha sido lanzado como una especie de salvavidas ante el escándalo de tener muchos niños que leen muy pocos libros y que no entienden lo que leen. Sin embargo, creo que a pesar de ser apenas un salvavidas, los maestros, los escritores, podemos aprovechar el Plan Lector para abrir ese inmenso mercado, para la venta de libros, que serían los estudiantes. Pero eso pasa por convencer a los padres de familia que es necesario comprar libros nacionales y libros regionales para sus hijos. Luego, es necesario convencer a los maestros de que deben leer, enterarse de los libros que se publican y, sobre todo, tener la osadía de difundir los propios libros que se van a recomendar a los niños. Recuerda que el Plan Lector plantea como mínimo un libro mensual por alumno y por profesor. Nosotros podríamos aprovechar el Plan Lector que no es otra cosa que una guía para que puedan ejecutarse sistemas de lectura. Yo entiendo que parte de la idea del Plan Lector es que se establezca a un profesor dedicado a la enseñanza del mismo, el Plan Lector como una disciplina. Tendríamos un profesor de literatura, otro encargado de razonamiento verbal y un profesor de Plan Lector. Muchos colegios en Lima ya lo han implementado como un curso que busca específicamente que el alumno logre placer en la lectura. No se le da análisis, no se da ningún tipo de interpretación de texto, simplemente se trata de que el alumno goce, se entretenga y encuentre al libro como un amigo.

Justamente en el tema del Plan Lector siempre surge la interrogante de si se debe, o no, evaluar a los alumnos respecto al libro que leen. ¿Crees tú que debe evaluarse lo que el alumno lee?
Si partimos de la realidad de un maestro que no lee, ¿cómo un maestro que no lee va a evaluar? En el caso de que el maestro leyera, entonces tiene la experiencia suficiente para averiguar si el niño ha leído o no. ¿Qué es lo que necesita evaluarse en Plan Lector?, simplemente la certeza de que el niño ha leído el libro, ya sea que le haya gustado o no le haya gustado. Pero si nosotros llevamos la evaluación al plano de la interpretación y del análisis de los textos, eso es parte de la literatura o parte de otro curso. El curso del Plan Lector es únicamente la comprobación de que el alumno ha leído. Los niños y adolescentes pueden hacer un resumen de su lectura y el profesor se va a dar cuenta claramente si leyeron o no.

Tú eres un convencido de que el Plan Lector también debe servirnos para leer literatura regional. Susténtame la importancia de leer literatura regional en los colegios.
Bueno, en primer lugar hay que entender que las divisiones como literatura regional, peruana, son solo divisiones pedagógicas para poder ubicar los textos, no quiere decir que existan como tal, entonces hablar de literatura regional es hablar de la literatura que se produce y refleja y expresa una realidad o sociedad determinada que la diferencia de otra. No es lo mismo la vida de la sociedad norteña o trujillana con la puneña por ejemplo. Entonces conocer lo nuestro es una forma de desarrollar y asumir nuestra identidad. Por otro lado, se trata de mostrar y difundir la producción intelectual de una región determinada. No hay nada mejor que un niño conozca primero lo que se produce en su región y luego amplíe esas espectativas a nivel nacional, a nivel internacional. Pero hay otra razón adicional que es el hecho de que las grandes editoras trasnacionales venden productos que traen de sus países y lo difunden como parte de la literatura infantil, que puede ser muy buena o no, pero es insólito que un niño lea primero la literatura infantil de España, por ejemplo, y desconozca totalmente la literatura infantil de su región. Y hay que destacar el hecho de que hay muy buena literatura infantil, de repente no está sistematizada, de repente no tiene la suficiente difusión, pero creo que esa es razón suficiente para que el niño por cuestiones de identidad se identifique primero con los productos intelectuales y la literatura de su región.

(31/05/09)

POLÍTICA ENTRE SOTANAS

Ha saltado a la palestra política, la figura del sacerdote Marco Arana, conocido en los predios cajamarquinos por su lucha contra la minería irresponsable, como es la casi totalidad de la minería en el Perú.
Al saber de esta situación, inmediatamente el Cardenal Juan Luis Cipriani soltó, amenazador, lo siguiente: “Un sacerdote no puede revestirse de su autoridad sacerdotal para tener opciones opinables, por ejemplo como el padre Marco Arana. El padre Arana en el momento en que el quiere dar su paso a la política que deje su sacerdocio, pero que no confunda la obligación que asumió como sacerdote, para llevar a la gente a una cosa completamente ajena a su ministerio, a un planteamiento político”. Agárrala con guantes.
Desde esta pequeña tribuna quiero darle la razón al inmaculado Cardenal Cipriani y criticar a la oveja descarriada Arana.
En primer lugar, Padre Arana, usted no le puede decir al Cardenal "No basta hablar sino profesar" o "Que no escupa al cielo porque le puede caer en la cara". Eso no te lo vamos a aceptar, porque el Cardenal Cripiani jamás ha utilizado el púlpito sagrado para hablar de política. Jamás. Él sólo hace recomendaciones y golpes de impacto político a la feligresía (que los medios de derecha reproducen al día siguiente) para venerar todo lo que signifique neoliberalismo y mantenimiento del sistema. Pero no por eso lo vamos a condenar o repetirle “por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en tu propio ojo”. La prueba de que nunca se mete en política es que jamás le ha enrostrado a Alan García, en las misas Te Deum, la nauseabunda corrupción de su gobierno, la constante violación de los derechos elementales de las personas y su política de gobierno en favor de los ricos y desprecio por los pobres.
Tampoco puede decir, padrecito, “Cipriani siempre critica a las ONG defensoras de los derechos humanos, de temas ambientales y nadie dice nada”. Eso es una calumnia. Cipriani ama los derechos humanos. Él jamás ha dicho que los derechos humanos son una cojudez. Eso lo soñamos los peruanos. Además su delfín Rey jamás ha votado, siendo católico hasta la castidad, por amnistiar a los asesinos del Grupo Colina, y tampoco a criticado el impecable informe de la Comisión de la Verdad sin haberlo leído. Él, que nunca se arrima a los gobiernos de turno, es un hombre piadoso que predica el “amaos los unos a los otros”.
Y por último, el Cardenal jamás ha hecho pasar vergüenza a los católicos, pues nunca, César Hildebrandt, ha dicho: “La prueba de que Dios no existe es Cipriani”. Así que tranquilo curita Arana que el show recién empieza.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 07/10/09)

10/04/2009

EL GRAN OSWALDO

Este fin de semana estuve en mi tierra, participando de la I Feria del Libro “Bernal 2009”. Ha sido una experiencia estupenda, que me ha permitido departir momentos de charla amena y amistad plena, con escritores tan entrañables como Oswaldo Reynoso, Dante Castro, Cronwell Jara, Ricardo Vírhuez, Ricardo Ayllón, Alberto Alarcón, Bethoven Medina, César Olivares y otros.
Tuve la oportunidad de entrevistar a Oswaldo Reynoso y he comprobado que la calidad de su pluma va de la mano con su calidad humana. Es un viejo con el alma cada vez más fresca, al que le gusta hablar sin medias tintas y con una honda preocupación por la cultura de su pueblo.
Comparto un fragmento de lo que el autor de “Los inocentes” dijo, bajo el cálido sol piurano:

“Voy a hacer un pequeño resumen de cómo yo creo las obras literarias… Les voy a poner un ejemplo. Ustedes en la mañana se han levantado, han saludado, han tomado su desayuno, luego se han preparado y luego han venido aquí y están sentados escuchando lo que yo les digo. Ha habido una sucesión de actos. Todos esos actos forman parte de la realidad real. Eso que han hecho hoy día nunca más se podrá repetir. Esos actos murieron en cuanto se cumplieron. Nuestra vida está formada por esa sucesión de actos que se dan y que nunca más se volverán a repetir. A esto le damos el nombre de realidad real. ¿Qué es un cuento, qué es una novela? Yo puedo tomar esos hechos reales y expresarlos a través de la palabra, modificando el tiempo. Puedo comenzar un relato hablando de una persona que está sentada aquí y que luego recuerda como vino y después puedo finalizar el relato por el principio de esos actos diciendo en qué momento se levantó. Es decir, en el momento en que yo escribo un relato tomo esos elementos de la realidad real y elaboro otra realidad. Esa realidad es una realidad de ficción. Durante la mañana me he encontrado en la realidad real con tales y tales personas. Pero en el momento de escribir un cuento yo puedo poner otras personas. Entonces a base a los datos de la realidad real yo estoy construyendo una realidad de ficción. Esta realidad de ficción la expreso a través de la palabra. Por eso es que escribo un cuento o una novela. Entonces no hay que confundir la realidad real con la realidad de ficción. Todo lo que nosotros hacemos, un cuento, una novela, es una realidad de ficción.

¿Y para qué sirve si es algo que a mí se me ocurrió inventar? Sirve, en primer lugar, porque el escritor o el narrador trata de embellecer esos actos a través de la palabra. Y en segundo lugar, a través de esos hechos de ficción podemos comprender esa realidad real. Es como si el cuento fuera un faro que ilumina la realidad real o una lupa que nos hace ver el fondo de esa realidad, y el ver el fondo de esa realidad nos lleva a comprender mejor nuestra situación social, por qué vivimos acá en el Perú y qué es lo que tenemos que hacer”.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 30/09/09)