7/29/2009

INFELICES FIESTAS PATRIAS

He estado escuchando el clásico discurso de Alan García por fiestas patrias y según su verborrea estamos en el país de las maravillas, donde todos vivimos felices. Cómo quisiera que su delirio se hiciera realidad, pues que yo sepa en este Perú, que tanto amamos, cada día aumentan los niños que más que de frío mueren de hambre.
Cuánto hubiese querido decirles a todos ustedes la típica frase “¡Felices fiestas patrias!” pero no puedo hacerlo porque:
- El Perú que crece económicamente es el Perú de los burócratas, de los mafiosos y corruptos. Los pobres escuchan que las cifras económicas aumentan, pero sus bolsillos no sienten ese crecimiento.
- La burocracia de los sueldos dorados sigue en aumento, mientras tengo un amigo, Ronald, que está trabajando desde marzo en un colegio estatal trujillano y hasta ahora no le pagan su sueldo. Igual suerte corren muchos de sus colegas quienes esta semana se declaran en huelga de hambre. ¿Por qué nunca se ha visto a un ministro o un congresista haciendo huelga de hambre exigiendo que le paguen su “mísero” sueldo?
- Algunos medios de comunicación ya están “levantando” la imagen de la hija de un delincuente, poniéndola en los primeros puestos en intención de voto, de unas encuestas que no sabemos a quiénes se las hacen. Y si es que esas encuestas son verdaderas nos estamos condenando a la eterna desgracia de elegir forajidos que roban, mienten y luego son premiados.
- Los mejores hijos del pueblo, aquellos que lucharon o levantaron su voz por un Perú mejor, están en una cárcel nauseabunda o en el exilio. Aquellos que le hicieron tanto daño al Perú se pasean orondos por la calle y si el escándalo es mayúsculo se van a cárceles con agua caliente, gimnasio, platos a la carta y centenares de visitas diarias.
- Hay un nuevo reglamento de tránsito que se supone va a bajar el nivel de accidentes de tránsito, pero hace poco iba con un amigo en una moto y un policía lo intervino, diciéndole “ya no bailo con Grupo 5 sino con Armonía 10, pues ahora las papeletas han subido de precio”; y entonces mi amigo que quería sobornarlo con 5 soles tuvo que desembolsarle 10.
- El panorama de la lectura es aún preocupante pues existen editoriales, medios de comunicación y espacios “culturales”, responsables de que el libro de Magaly Medina haya agotado 30 mil ejemplares y el poeta César Olivares haya vendido 23 ejemplares de su excelente poemario y regalado 567 (aunque él diga lo contrario para darse ánimo). También es preocupante porque los periódicos que más se leen son aquellos de las calatas, los asesinos y los cráneos destrozados.
Perdónenme compatriotas, pero las grandes mayorías del Perú profundo no tienen, desde hace 500 años, nada que celebrar.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 29/07/09)

7/22/2009

LARGO TIEMPO EN SILENCIO GIMIÓ

Cuenta don Ricardo Palma, en sus sabrosas “Tradiciones Peruanas”, que en un arranque de entusiasmo, don José de San Martín, exclamó “¡He ahí el himno nacional del Perú!”, cuando don José Bernardo Alcedo, con evidente fervor patriótico, terminaba de ejecutar la música de su obra maestra, en aquel concurso convocado para elegir la “Marcha Nacional del Perú” y en la que participaron siete melodías, de seis maestros de música.
Algunos sostienen que el himno fue cantado por primera vez en público un 23 de setiembre de 1821, otros dicen que el 24. Lo cierto es que la soprano doña Rosa Merino se encargó de otorgarle garganta a la letra creada por el poeta iqueño José de la Torre Ugarte.
Todo himno es el reflejo del sentimiento, la filosofía y los ideales de un grupo humano, enlazado por determinadas circunstancias. Puede ser el himno de un país, el himno de una ciudad, el de un colegio, etc. La letra debe reflejar las más claras aspiraciones de aquel grupo humano.
Me permito discrepar con la letra de la estrofa que cantamos en nuestro himno nacional por las siguientes razones:
- Dice: “Largo tiempo el peruano oprimido / la ominosa cadena arrastró”. Es cierto que estuvo oprimido por el yugo español, sin embargo no arrastró la cadena por largo tiempo, hubo momentos en que intentó romper esa cadena.
- Sigue: “condenado a una cruel servidumbre / largo tiempo en silencio gimió”. Ligándolo con las líneas anteriores diremos que jamás el peruano en silencio gimió. Esta es una afrenta a tantos héroes anónimos y visibles que derramaron su sangre, antes de San Martín y Bolívar, por la ansiada y verdadera independencia. Aceptando esto, Manco Inca, Juan Santos Atahualpa, José Gabriel Condorcanqui (por citar algunos) no cuentan para la historia.
- Cuando sostiene: “Mas apenas el grito sagrado / ¡Libertad! en sus costas se oyó”, se refiere a que la libertad vino andando por la franja costera. Más claro no canta un gallo; nos quiere decir que la libertad vino en los hombros de San Martín o de Bolívar y que sin ellos los peruanos no habrían sido capaces de lograr la independencia. Además es una negación al ande.
- Termina diciendo “la indolencia de esclavo sacude / la humillada cerviz levantó”. Significa que gracias a San Martín pudimos levantar el cogote.
Creo que está bien que amemos nuestros símbolos patrios, pero una cosa es ser patriota y otra dejar de ser crítico a situaciones que comprometen nuestra verdadera historia. Hasta el mismo don Ricardo Palma sostiene que “Mejores versos (…) merecía el magistral y solemne himno de Alcedo. Las estrofas, inspiradas en el patrioterismo que por esos días dominaba, son pobres como pensamiento…”.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 22/07/09)

7/15/2009

SOMOS LIBRES, SEÁMOSLO SIEMPRE

Por culpa de esta gripe maldita, muchos oradores no podrán inflar el pecho de emoción disertando, a bronca voz, las hazañas del personaje estrella en estas fiestas rojiblancas: don José de San Martín. Y es que la historia oficial lo presenta como el ilustre patriota que, sin tener nada que ver con el Perú, abandonó su Argentina natal para venir a salvarnos del yugo español.
Soy respetuoso de las acciones positivas de este ilustre personaje; pero también es necesario señalar algunas situaciones que no se dicen o se dicen en voz baja.
En principio, las Corrientes Libertadoras del Sur y del Norte fueron campañas político - militares, organizadas por los criollos de Buenos Aires y Caracas. En aquellos tiempos el Perú era el centro de la reacción española y el objetivo central de San Martín y Bolívar era destruir ese poderío, para asegurar la independencia de sus patrias. A esto se suma el apoyo del capitalismo inglés, que deseaba a toda costa ganar nuevas regiones de influencia económica y política.
Al llegar al Perú, San Martín muestra su verdadero espíritu pues no estuvo de acuerdo con Cochrane, que aprobaba la participación de las guerrillas peruanas en el proceso militar; San Martín, muy por el contrario, buscaba un acuerdo entre criollos y españoles para lograr la independencia sin guerras; se orinaba de miedo ante la posibilidad de que las masas populares rebasen a sus ejércitos y tomen el poder. Le debe haber disgustado que al llegar a los pueblos de Chincha, Pisco, etc., logra el apoyo de los negros, quienes huían de las haciendas. Tampoco le debe haber gustado que Álvarez de Arenales (a quien envía a una campaña a la sierra) derrote al realista O’Reylli con el apoyo decisivo de las montoneras populares.
Cuando La Serna (que había reemplazado a Pezuela) abandona Lima, ante la presión que hacían las montoneras sobre la capital, San Martín ingresó a esta ciudad para proteger a la aristocracia criolla y, luego, con los “notables” del cabildo, acordó la proclamación de la independencia. Ésta se dio en un ambiente festivo con presencia de los peninsulares y aristócratas criollos. Parecía una ceremonia virreynal, solo que en vez del Virrey estaba San Martín. Los indígenas y negros ni de vainas estuvieron presentes en tamaña ceremonia de patillas e insignias.
Para demostrar que el poder sólo había cambiado de unas manos a otras (blancas todas), San Martín fundó la “Sociedad Patriótica”, para difundir los principios de la Monarquía Constitucional; creó la “Orden del Sol”, para reconocer títulos de nobleza y mantener los privilegios de las familias criollas; asimismo dio la “Ley de Vientres”, por la cual se reconoció la libertad a los esclavos nacidos a partir de la independencia; los que habían nacido antes, ¡mala suerte negrito!
Así fueron las cosas, por eso es que la independencia, a pesar que fue, en gran parte, obra de las clases populares, indígenas y negros, no significó un mejoramiento en sus condiciones de vida. Hasta ahora la situación es la misma para ellos… osea para nosotros.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 15/07/09)

7/08/2009

ESTA HERMOSA VIDA

La semana que ha pasado ha estado colmada de diversas celebraciones por el día del profesional más ensalzado y golpeado; más reconocido y despreciado; más elogiado y vapuleado: el maestro.
Yo tuve buenos maestros, de ellos aprendí muchas cosas que aplico o trato de aplicar en esas gratificantes sesiones de clase con mis alumnos y alumnas. Tuve mi primer maestro de escuela, Gustavo Guevara, él me enseñó las primeras letras, a borronear mis primeros cuentos; recuerdo sus clases magistrales debajo de los algarrobos, respirando aire puro y piurano. Otro de mis maestros – ya en la secundaria – fue don Matías Cruz Sandoval, quien me enseñó la historia al revés, es decir la historia verdadera, aquella que la ocultan los herederos de Pizarro y Almagro. Otro de mis célebres maestros fue don Máximo Nizama, que para animarme me decía “tú eres pichón de cóndor”, palabras que recordaba cuando se me presentaba alguna dificultad. Otra fue mi maestra Soledad Ortiz, que me enseñó a conocer la verdadera amistad y comprendió mi aversión al inglés.
Ya en la vida universitaria tuve grandes maestros como los hermanos Luis y Gustavo Benites Jara. De ellos aprendí a ser demasiado exigente en el autoaprendizaje: los dos son voraces lectores y hombres de una cultura general asombrosa; también aprendí de ellos a indignarme de las miserias del mundo y luchar por un mejor destino. Lucho educa hasta cuando se reune a tomar una bebida refrescante, Gustavo es un mago de la pedagogía.
En mi naciente vida como profesor tuve también un maestro, el Prof. Ricarte Minchola Vereau. El como hombre de muchos años de experiencia, me supo orientar en el teje y maneje de esta hermosa vida en las aulas. Era extraordinario escucharlo cuando, con una mano en mi hombro, me hacía entender que había fallado y con ejemplos concretos me señalaba el camino a seguir. Nunca escuché palabras de reproche (aún siendo mi superior inmediato), lo suyo era la motivación y el consejo fraternal.
¿Cómo no sentir amor por esta profesión, entonces? ¿Cómo no decir que ser maestro es la máxima profesión a la que debe aspirar un ser humano? ¿Cómo no indignarse frente a la sistemática campaña de desprecio hacia los maestros? ¿Cómo no levantar nuestra voz contra aquellos gobernantes que condenan al maestro a la miseria?
Solo sé que algún día el maestro volverá a ser visto con los ojos limpios de la historia. Algún día se reconocerá su histórico rol de forjar nuevas mentes que derroten la ignominia reinante. Mientras tanto los maestros seguiremos bregando en este mundo incierto porque entendemos perfectamente lo que el amauta Mariátegui decía: “el maestro tiene el mérito en las victorias y la responsabilidad en las derrotas”.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 08/07/09)

7/01/2009

PEQUEÑA BIBLIOTECA DE LITERATURA REGIONAL

“¿Cómo les voy a hacer leer libros de autores regionales, si esos libros no existen?”, fue la respuesta que me dio hace poco una profesora, de un famoso colegio de Trujillo, cuando le sugerí exigir a sus alumnos que lean a los autores de la región. La verdad que no me sorprendió esta situación porque la mayoría de profesores sabe poco o no sabe de las posibilidades editoriales que se están abriendo. Esto debido a que con el tema del Plan Lector, algunos colegios han acogido la buena idea de hacer que sus alumnos conozcan la literatura de su región.
La mayoría de maestros no sabe que por las añejas calles de nuestro Trujillo querido, camina pausadamente un hombre que peina abundantes canas, con un ambicioso proyecto en sus hombros. Pocos saben que en su viejo y desgastado maletín carga las muestras de trece hermosos libros. Casi nadie se percata que su vieja casaca negra es testiga de las mil penurias que significa el trabajo con los libros. Pocos saben que su nuevo bigote del “Zorro” es parte de la nueva imagen que le está dando a la industria editorial liberteña.
Este veterano y admirable hombre se llama Alejandro Benavides Roldán, poeta, narrador y responsable de Papel de Viento Editores. Con la sabiduría y la decisión que caracteriza a los hombres de visión amplia e innovadora, ha diseñado el proyecto de publicar 100 libros de literatura regional. Como él mismo lo dice, “estas publicaciones materializan el sueño de ver integradas en una sola colección a las 100 voces más importantes de los últimos 100 años de literatura regional”.
En un trabajo quijotesco de dos años ya va publicando trece títulos, entre los que figuran: “Tradiciones de Trujillo”, de Carlos Camino Calderón; “Imágenes de arena”, de Rafael Mendoza; “Molino de Penca”, de Ángel Gavidia; “Mitos y leyendas de Trujillo”, de Adolfo Alva Lescano; “Cuentos de mi padrino”, de Saniel Lozano; “Los intrusos”, de Gerson Ramírez; “Páginas escogidas”, de Teodoro Rivero Ayllón; “Los padrinazgos de Ricardo Palma”, de Julio Díaz Falconí; “El tío Lino”, de Mario Florián; “Cuentos Completos”, de César Vallejo; “La maldición burlada”, de Marco Antonio Corcuera; “Álbum de Familia”, de José Watanabe y “El herramientario & otros artefactos”, de Manuel Ibañez Rosazza.
Es obvio que siendo el peso principal de esta tarea, la literatura de La Libertad, no faltarán voces importantísimas de todo el norte, pues Papel de Viento entiende por región norte a todo ese histórico conglomerado socio-cultural y económico conformado por La Libertad, Ancash, Cajamarca, Lambayeque, Piura, Tumbes, San Martín y Amazonas.
Estos libros los puede adquirir en la librería INFOLEE (San Martín 455), donde también le asesorarán respecto a cómo contactarse con algunos autores liberteños, quienes están ávidos de tener acercamiento directo con sus lectores, sobre todo los alumnos, a quienes debemos enseñarles a amar su región desde nuestra literatura.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 01/07/09)