5/08/2009

CURIOSIDADES DE LA FERIA



Con nostalgia, vimos clausurar la IV Feria del Libro de Trujillo, evento que es orgullo del norte del Perú. La felicitación para los organizadores por el esfuerzo y el nivel de organización que demostraron.
Como mortal que ama los libros estuve todos los días de feria, dándome cuenta que no todos los trujillanos valoran este evento de lujo. Estoy seguro que si las Magalys, Cholas Chabucas, Chuchis, Tongos y demás malas yerbas dieran una conferencia en el Cerro Cabras el éxito estaría asegurado. Es chocante esta situación, sobre todo por la ausencia de muchos de mis colegas y amigos maestros quienes tienen la obligación de asistir a eventos culturales de esta naturaleza. En fin, mientras me deleitaba con los libros y eventos culturales organizados, observaba con ojos entre pasmados y burlones, algunas situaciones dignas de histórica memoria:
- Nuestra Municipalidad Provincial gozó de un estratégico stand. Como es lógico, me acerqué con la finalidad de adquirir algún libro de autores locales. Sólo encontré una maqueta (la misma que veo desde hace mucho tiempo) que me generó un problema, pues mi hijo se tiró al suelo exigiendo que le compre para jugar con ella. También encontré fotos de soñadoras obras y las fotografías de nuestro alcalde en sus horas más felices. ¿Libros? Ni de broma. ¿Autores locales? ¿Qué es eso? Es como si en la feria del calzado se vendiera comida para gatos. ¿Acaso no existe un asesor capaz de sugerir al alcalde que muestre las obras de los autores trujillanos, sobre todo porque la Feria es de Trujillo y muchos no tienen donde exhibir sus libros? Sólo faltó repartir el panetón “Don César”.
- El Gobierno Regional no se quedó atrás y en su stand se hablaba de las “maravillas” del proyecto Chavimóchic. Los escritores regionales, desde nuestro entrañable y universal César Vallejo hasta el interdistrital César Olivares, ninguneados y olvidados.
- Las principales Universidades de la región estuvieron ausentes; salvo la Universidad César Vallejo. Aunque ésta tampoco exhibió un solo libro revelando su pobreza editorial y demostrando que no entienden que “la Universidad es lo que publica”. Lo que sí se exhibió (para variar) fue la foto de su Rector Fundador. Hay que reconocer que en ella se le veía a nuestro alcalde impecable, gallardo, orgulloso y con una impertérrita mirada. Lo justo varón.
- En la presentación del libro del congresista Luis Alva Castro y en el momento en que unos iracundos sujetos le gritaban “asesino”, no faltaron las clásicas palmas apristas para apaciguar el bochorno. Más de uno se sorprendió que en una presentación de libro se den estas palmas reservadas para mítines y congresos partidarios. Sólo faltó el clásico “disciplina compañeros”.
- Justo antes de la presentación del libro en mención, este humilde servidor estaba cerca a la puerta de entrada del auditorio y fue testigo de una conversación de dos señoras. “¿Habrá pagado entrada la dama de hierro?”, decía una. “Ay hija, no paga su agua, va a pagar su entrada”, contestaba la otra.
Situaciones como para no creerlas.

Diario CORREO. Columna “ESTA BOCA ES MÍA”. (Trujillo, 04/02/09).

No hay comentarios.: